El bahareque, tecnología afro indígena como opción para la construcción de viviendas ecológicas, antisísmicas, anti-inundaciones y estéticas

 


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Aquí estaremos compartiendo información sobre la investigación que lleva por nombre: “El bahareque, tecnología afro indígena como opción para la construcción de viviendas ecológicas, antisísmicas, anti-inundaciones y estéticas”, la cual inscribe en la línea de investigación “Reparaciones del patrimonio cultural material e inmaterial afrodescendiente y de sus representaciones e imaginarios”, que forma parte del Plan del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT), instituto público con personalidad jurídica, adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología.

Esta trabajo, a cargo de Reinaldo Bolívar y Lauribel Rojas Ruiz, Doctores en Patrimonio Cultural, pretende demostrar el valor de patrimonio cultural afro indígena de la técnica de construcción de viviendas unifamiliares en el interior del país de o con bahareque o barro, como opción antisísmica, accesible, ecológica, sustentable y estética, tomando como caso de estudio el Municipio Ortiz del estado Guárico.

El Bahareque

La construcción en bahareque, fue una de las primeras y fundamentales tecnologías de edificación en Venezuela y el mundo cuyo origen puede ubicarse en áreas foráneas, como las africanas y en los pueblos originarios suramericanos. Así mismo, se da cuenta de ellas en pueblos asiáticos y europeos. No obstante, su vinculación ancestral es más directa con las tecnologías africanas y americanas.

Esta técnica fue incorporada por los europeos en toda la región de América Latina y el Caribe. Su uso, combinado con el de las aplicaciones arquitectónicas incidentes en España, dio origen a complejos y estéticos urbanismos que han perdurado en el tiempo. Podemos usar como una definición sencilla de esta técnica que bahareque es tierra mezclada con agua, armada con madera y paja. Es pura naturaleza. Su presencia en las casas del hombre y la mujer, se observa desde las cavernas o cuevas de piedra o tierra que sirvieron de refugio a los primeros seres de la humanidad. Pareciera que su tecnificación es universal, no atribuible por completo a ninguna cultural en particular.

Casa de Bahareque, San José de Tiznados. Foto: Tomada de la cuenta en Instagram de @reinaldojbolivar

Se ha demostrado su resistencia a los fenómenos naturales, como los sismos, inundaciones y abandonos por lo cual se hicieron muy populares. En Venezuela se han identificado varias poblaciones como Coro, La Vela de Coro, catalogadas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, y otras de gran valor histórico como Ciudad Bolívar, Calabozo, Ortiz, La Guaira, El Hatillo, Niquitao.

No obstante, tanto casonas históricas como otras más sencillas están presentes en varias ciudades y pueblos de Venezuela, y han sido testigo de grandes acontecimientos trascendentales; aunque es común que los propios vecinos y autoridades locales ignoren su valor patrimonial, lo cual ha ocasionado en muchos casos su deterioro y destrucción. Estas viejas casas potencialmente cumplirían, además la función de dar identidad local y nacional, además de su contribución al turismo. El bahareque o tierra pisada, o también los bloques de tierra, todos hechos de la misma esencia, tierra, fue la base de la construcción de grandes ciudades. Tales como las Djenné, Tombuctú en Malí donde aún se yerguen imponentes mezquitas. Amén de las descomunales iglesias que, en América, tienen como componente nodal bloques de barro.

En esta investigación, nos hemos delimitado al estudio de las viviendas de o con bahareque en Venezuela. Partimos de preguntas como ¿Cuál es su contribución a la identidad cultural y nacional?, vale decir a un caso de Patrimonio Cultural Tangible, cuyo objetivo contiene un elemento vivo en la arquitectura nacional y en varios países cual es el uso histórico del bahareque, al que también le damos un valor agregado como el de ser factor coadyuvante en la creación de la identidad cultural. 

Si bien es cierto que el bahareque fue desplazado por el cemento y el hierro, también lo es que marcó largas etapas en la arquitectura y vida cultural de la humanidad. Por otra parte, su legado no ha desaparecido. Su práctica continua tanto espontáneamente, y aún se observan, aunque precarias, construcciones de barro en algunos lugares de Venezuela. Pero también verdaderos artesanos que han hecho escuela en el país y en otras partes del mundo como en Colombia, Ecuador. México y Malí. 

    Vivienda ubicada en Niquitao, estado Trujillo. Foto: Cortesía de José Gregorio Briceño.

Estas nociones dan pie a una investigación sobre la presencia viva de la técnica del bahareque en Venezuela, de su necesario redimensionamiento como alternativa de construcción con las adecuaciones pertinentes. No obstante que estamos en el campo de la arquitectura, puede decirse que el bahareque no ha entrado con mayor fuerza en las aulas universitarias, aunque sí se impulsó por siglos en las manos de hombres y mujeres como lo testimonian tanto el patrimonio edificado que aún subsiste, los registros audiovisuales, pictóricos y artesanos que mantienen viva la técnica. 

Debe tomarse en serio que no necesariamente, fueron profesionales de la arquitectura quienes introdujeron la técnica del barro. La arquitectura es una manifestación física de los pueblos. Por tanto su estudio no es está reservado a los arquitectos, sino es fundamental para que las ciencias sociales y humanísticas aborden la sucesión de estructuras que existieron y que cultura las construyeron.

La construcción de o con bahareque, como herencia afro indígena es la orientación de esta investigación, no para demostrar que es una mejor tecnología sino para mostrar que sigue siendo una opción que puede ser utilizada en un país donde hay grandes terrenos para la construcción de viviendas unifamiliares.


Reinaldo Bolívar        Lauribel Rojas Ruiz

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